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domingo, 26 de enero de 2020

Los dos últimos generales mambises


Fallecidos en 1963, el Gobierno de Fidel Castro no les tributó los honores correspondientes a su trayectoria patriótica y jerarquía militar.

"El general de brigada Loynaz del Castillo no murió solo, pero sí apartado, no por su avanzada edad —pues conservó lucidez y energías hasta su último suspiro— sino por no haber prestado su nombre y prestigio a las nuevas autoridades impuestas. Tenía varios hijos que le sobrevivieron: Dulce María, Enrique, Carlos Manuel y Flor, de su primer matrimonio con María de las Mercedes Muñoz Sañudo, una rica heredera criolla, y otros de sus matrimonios y uniones siguientes.
Loynaz del Castillo también escribió un Diario de campaña que después de muchas e ingratas gestiones, gracias al empeño de su hija Dulce María quien lo transcribió amorosa y cuidadosamente, y al apoyo decisivo de la entonces funcionaria Lucía Sardiñas, pudo por fin publicarse, cumpliendo así el anhelo supremo de la Premio Miguel de Cervantes: "Ese es el mayor triunfo y la alegría más grande de mi vida", me escribió en una carta.
Loynaz fue el autor del "Himno de la Invasión a Occidente", que fuera considerado como el otro canto republicano junto con el "Himno de Bayamo", de Perucho Figueredo. Este sirvió como aliento musical en la Guerra de los Diez Años, y aquel en la Guerra de Independencia. De hecho, se consideraba el himno de Loynaz como la tonada oficial del Ejército Nacional de Cuba".

Artículo completo de Alejandro González Acosta en Diario de Cuba



sábado, 7 de diciembre de 2019

Néstor Baguer, ¿el compañero que "atendía" a Dulce María Loynaz?

"Si no fuera éste el caso y Baguer resultara ser delator de pura cepa, puede inferirse que su vinculación con la Academia Cubana de la Lengua le sirvió para vigilar los movimientos ''subversivos'' de Dulce María Loynaz en su propia casa, donde sesionaba la división criolla de la Academia Española de la Lengua"
 Alejandro Ríos en El Nuevo Herald, 7 de mayo, 2003

                                     
Revista Bohemia, 7 de noviembre, 1986


Revista Bohemia, 18 de abril, 2003



sábado, 13 de enero de 2018

La familia Loynaz y Cuba

En este tomo se nos brinda una lúcida y apasionante panorámica de una de las familias cubanas más literarias de toda su Historia: los Loynaz. Desde el padre, el General Enrique Loynaz del Castillo, a su hija mayor Dulce María  y sus hermanos Enrique, Carlos y Flor.
Como bien señala el escritor y profesor cubano Alejandro González Acosta en las palabras iniciales de esta entrega, refiriéndose al autor del estudio: “Este libro que ahora tiene el lector en sus manos, es la crónica (de la familia Loynaz) y es también su homenaje a una forma de ser, de sentir y de estar en Cuba que ya no es y quizá nunca más vuelva a ser (…) para dejar un trazo, una huella apenas que marca existencia, con unas luces tenues que se confunden y se apagan, y más tarde se pierden en la penumbra, sobre todo en los atardeceres del trópico, cuando conviven los muertos y los vivos en mansiones como las que recorrió Luis en su peregrinaje, y que ahora nos cuenta en estas páginas, compartiendo las memorias de sus habitantes”.
El contenido de este volumen (o Índice) se desglosa de la siguiente manera:
I. Enrique Loynaz del Castillo, heroico y romántico.
II. La concepción de palabras-pinturas utilizada por Dulce María Loynaz.
III. Enrique Loynaz Muñoz en la poesía cubana.
IV. Carlos Manuel Loynaz Muñoz, “el más brillante”.
V. Flor Loynaz Muñoz “Beba”, entre la mujer atemporal y la poesía laboratorio.
VI. Flor y Dulce desmotan un feliz año viejo.
Textos que se acompañan con una selectiva bibliografía al final del trabajo. En la portada se reproduce una de las casas de los Loynaz (hoy en ruinas) en el Vedado habanero. Además, en páginas interiores, se incluyen varias fotos familiares que enriquecen esta obra.
A la venta en la editorial Betania

lunes, 4 de julio de 2016

La editorial Betania publica "La Dama de América" de Alejandro González Acosta

En esta entrega, el también historiador y periodista González Acosta reúne sus escritos sobre la poetisa cubana Dulce María Loynaz (La Habana, 1902-1997) con quien compartió una amistad muy cercana en la época cuando ella era considerada una “burguesa contrarrevolucionaria” en la Isla. Además de estos documentados textos, este libro incluye cartas y discursos de Dulce María que son un verdadero aporte a la bibliografía de esta distinguida cubana galardonada con el Premio Miguel de Cervantes en 1992. La Dama de América es un libro indispensable para conocer verdaderamente la historia de Dulce María Loynaz en su isla, adulterada y falseada por la “crítica oficialista” cubana.

Más detalles sobre el libro y la posibilidad de descargarlo gratis en Betania

Pd: Gracias a "Teresa" por la alerta.

martes, 19 de abril de 2016

domingo, 17 de abril de 2016

Cuatro casas de Dulce María Loynaz


Tomado de Diario de Cuba:
Como en estos momentos preparo un libro sobre Dulce María Loynaz para publicar próximamente en la editorial madrileña Betania, revisando lo escrito en los últimos tiempos encontré apenas ahora un artículo sobre ella, al que me gustaría referirme a pesar de haber transcurrido ya casi tres años de su difusión, pues lamento no haberlo conocido cuando apareció. Esto además se propicia con la proximidad de otro aniversario de su muerte, el 27 de abril de 1997. Y, como el próximo año se cumplirán dos décadas que la poetisa nos dejó, mi libro en curso también pretende ser un homenaje de recuerdo.
Leí con gran interés el artículo "El jardín perdido de Dulce María Loynaz", de Pablo Pascual Méndez Piña, publicado por este diario. En primer lugar, deseo expresar mi sincero y profundo reconocimiento a su autor por dedicar su atención a un personaje tan querido, a quien tuve el privilegio de tratar cercanamente. Con el propósito de ofrecer ciertas informaciones destinadas a quienes en el futuro emprendan la tarea de escribir una historia de la literatura cubana, me permito —sin menoscabo del loable empeño del articulista— compartir algunos datos y aclaraciones.
En realidad, la casa de Calzada 1105 (o Línea y 14), no fue el escenario de la niñez de los Loynaz Muñoz. Ciertamente, la morada donde transcurrió gran parte de esa etapa fue la ubicada en la esquina de las calles Amistad y San Rafael, en los altos de una joyería (La Maison Française) que luego se estableció allí. A esa residencia está dedicado el poema "Últimos días de una casa", según me confesó la propia Dulce María. Enfrente, en una decorosa pensión para huéspedes solteros, vivía recién llegado de España, Pablo Álvarez de Cañas, quien más tarde sería su marido. El primer encuentro de ellos fue visual, desde los balcones respectivos, me informó ella. A la casa de Calzada (o Línea, indistintamente, pues tiene entradas por ambas calles) los hermanos se mudaron muy jóvenes, pero ya no eran unos niños...seguir leyendo