viernes, 11 de diciembre de 2020

El reloj que inspiró el poema "Tiempo" a Dulce María Loynaz

Tomado de la revista Bohemia, 7 de abril, 2000





Tiempo
1
El beso que no te di
se me ha vuelto estrella dentro.
¡Quién lo pudiera tornar
—y en tu boca...— otra vez beso!

2
Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre
y ser siempre el río fresco...

3
Es tarde para la rosa.
Es pronto para el invierno.
Mi hora no está en el reloj...
¡Me quedé fuera del tiempo!...

4
Tarde, pronto, ayer perdido...
mañana inlogrado, incierto
hoy... ¡Medidas que no pueden
fijar, sujetar un beso!...

5
Un kilómetro de luz,
un gramo de pensamiento...
(De noche el reloj que late
es el corazón del tiempo...)

6
Voy a medirme el amor
con una cinta de acero:
Una punta en la montaña.
La otra..., ¡clávala en el viento!




 

jueves, 10 de diciembre de 2020

Versos de Dulce María Loynaz (1920-1938)

Ejemplar dedicado por la autora al Dr. Gonzalo Aróstegui y del Castillo

La Habana, 20 de octubre de 1938














                                                

jueves, 9 de abril de 2020

Dulce María Loynaz, Dalia de Pérez y Virgilio Piñera

"...Por otro lado, la esperpéntica Dalia de Pérez de La Carne de René de Virgilio Piñera parece una caricatura de Dulce María" 
César Aira. Diccionario de Autores latinoamericanos, 2001.






viernes, 21 de febrero de 2020

Dulce María Loynaz: Memorias de una poetisa

"Al final de sus días, coincidentes con las postrimerías del siglo XX, la poetisa Dulce María Loynaz, Premio Cervantes 1992, recuerda su vida, y mediante una extensa misiva a su amigo y albacea literario, nos hace partícipes de confidencias e intimidades. A través de estas memorias, construidas arqueológicamente a partir de una fecunda correspondencia, múltiples conversaciones y su propia obra, el autor nos entrega una historia real y, sobre todo, muy humana, de la poetisa. Dulce María Loynaz: Memorias de una poetisa es una intensa y extensa reflexión sobre el proceso de creación y sobre la vida".

Editorial Verbum, Madrid, 2019.








domingo, 26 de enero de 2020

Los dos últimos generales mambises


Fallecidos en 1963, el Gobierno de Fidel Castro no les tributó los honores correspondientes a su trayectoria patriótica y jerarquía militar.

"El general de brigada Loynaz del Castillo no murió solo, pero sí apartado, no por su avanzada edad —pues conservó lucidez y energías hasta su último suspiro— sino por no haber prestado su nombre y prestigio a las nuevas autoridades impuestas. Tenía varios hijos que le sobrevivieron: Dulce María, Enrique, Carlos Manuel y Flor, de su primer matrimonio con María de las Mercedes Muñoz Sañudo, una rica heredera criolla, y otros de sus matrimonios y uniones siguientes.
Loynaz del Castillo también escribió un Diario de campaña que después de muchas e ingratas gestiones, gracias al empeño de su hija Dulce María quien lo transcribió amorosa y cuidadosamente, y al apoyo decisivo de la entonces funcionaria Lucía Sardiñas, pudo por fin publicarse, cumpliendo así el anhelo supremo de la Premio Miguel de Cervantes: "Ese es el mayor triunfo y la alegría más grande de mi vida", me escribió en una carta.
Loynaz fue el autor del "Himno de la Invasión a Occidente", que fuera considerado como el otro canto republicano junto con el "Himno de Bayamo", de Perucho Figueredo. Este sirvió como aliento musical en la Guerra de los Diez Años, y aquel en la Guerra de Independencia. De hecho, se consideraba el himno de Loynaz como la tonada oficial del Ejército Nacional de Cuba".

Artículo completo de Alejandro González Acosta en Diario de Cuba