miércoles, 12 de abril de 2017

La historia detrás del poema "El amor indeciso"


Tomado del blog "Las 1000 y Una islas"

"Hace poco tiempo estuve mirando un programa de la Televisión Cubana, Entre Amigos, conducido por Julio Acanda, donde la artista Aurora Pita -¿la recuerdan?-, contó que en una fiesta en casa de Dulce María Loynaz, ésta le confesó que este poema se lo había escrito ella a una amiga que visitaba su casa, al tiempo que también la visitaba un médico del que estaba enamorada (su amiga). El médico también parecía estarlo de la señorita en cuestión, pero no se decidía. Téngase en cuenta que en aquellos tiempos las mujeres no podían "insinuarse" ni nada de nada...porque ahí si que "adiós Lola" con casamiento o noviazgo. Entonces Dulce María le dijo a su amiga: "Te voy a escribir un poema para que se lo leas, pero parada en la puerta, no lo puedes dejar pasar". Y puntualizó: "si después de leérselo el hombre no te dice ni "pío", pues mi amiga, la verdad es que no existe ninguna posibilidad de que se te declare". Cuenta que así lo hizo la mujer: le leyó el poema al otro día. Ahora, lo que nadie sabe es si el médico "mordió el anzuelo "con el poema ni qué pasó. El que sepa en qué paró la historia puede contarla. Lo que no se puede negar es que ¡el poemita está como para animar al más indeciso! "

El amor indeciso

(De Versos, 1920-1938)

Un amor indeciso se ha acercado a mi puerta…
Y no pasa; y se queda frente a la puerta abierta.
Yo le digo al amor: -¿Qué te trae a mi casa?
Y el amor no responde, no saluda, no pasa…
Es un amor pequeño que perdió su camino:
Venía ya la noche… Y con la noche vino.
¡Qué amor tan pequeñito para andar con la sombra!…
¿Qué palabra no dice, qué nombre no me nombra?…
¿Qué deja ir o espera? ¿Qué paisaje apretado
se le quedó en el fondo de los ojos cerrados?
Este amor nada dice… Este amor nada sabe:
Es del color del viento, de la huella que un ave
deja en el viento… ¡Amor semi-despierto, tienes
los ojos neblinosos aun de Lázaro!… Vienes
de una sombra a otra sombra con los pasos trocados
de los ebrios, los locos… ¡Y los resucitados!

Extraño amor sin rumbo que me gana y me pierde,
que huele las naranjas y que las rosas muerde…,
Que todo lo confunde, lo deja… ¡Y no lo deja!
Que esconde estrellas nuevas en la ceniza vieja…
Y no sabe morir ni vivir: Y no sabe
que el mañana es tan sólo el hoy muerto… El cadáver
futuro de este hoy claro, de esta hora cierta…
Un amor indeciso se ha dormido a mi puerta…

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