lunes, 4 de junio de 2018

De cuando Rafael Alberti y Dulce María Loynaz evocaron a Lorca


Manuel de la Iglesia en Mundiario:

Retrocedamos por un momento veintiséis años. Estamos en La Habana en 1992. Allí, en la calle 19 esquina E, en el Vedado, vive Dulce María Loynaz. Faltan unos meses para que le otorguen el Premio Cervantes. La visito con cierta frecuencia, casi siempre con un ramo de flores o alguna delicatesen a la que puedo acceder en mi condición de extranjero. Los cubanos no están autorizados todavía a portar dólares ni a comprar en las llamadas tiendas diplomáticas. Dulce María está a punto de cumplir 90 años, pero sigue siendo un espíritu curioso y despierto, que mantiene la presidencia de la Academia Cubana de la Lengua. A sus miembros, entre ellos, a Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana, quien funge de secretario, los reúne de pascuas a ramos y siempre en el salón principal de su propia casa, un palacete del siglo XIX....seguir leyendo

martes, 8 de mayo de 2018

El Palacio de los Deportes visto por la Loynaz


"Al final de la calle Paseo, y en el punto en que hoy se levanta ese horroroso mazacote de cemento y hojalata que llaman el Palacio de los Deportes, estaban los Baños de Carneado, un personaje digno de una novela de Galdós, muy popular en esos años con su enorme solitario de brillante y el gran tabaco sempiterno en la boca. Como español clásico que era, abundaba en reminiscencias morunas, no exentas de bondad y buen gracejo"

"Los baños de mar". Habana, sábado 9 de abril de 1955. Publicado en Crónicas de Ayer. Letras Cubanas. Ediciones Loynaz, 2017


viernes, 13 de abril de 2018

La novela "Un verano en Tenerife" de Dulce María Loynaz cumple 60 años


Isidoro Sánchez García en Martinoticias:

El libro se acabó de escribir el jueves 10 de abril de 1958, en la finca Nuestra Señora de Las Mercedes, cerca de La Habana, cinco años y ocho meses después de haberse comenzado
La novela de viajes Un verano en Tenerife, escrita por la poeta cubana Dulce Mará Loynaz, se editó en Madrid en 1958 por Aguilar. Según contó la misma autora, el libro se acabó de escribir el jueves 10 de abril de 1958, en la finca Nuestra Señora de Las Mercedes, cerca de La Habana, cinco años y ocho meses después de haberse comenzado...seguir leyendo